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La noche del solsticio de verano y las fantásticas vacaciones que se avecinan

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¡Hola a todos, queridos y queridas seguidores de las aventuras de Iñaki Vladimir, la insigne Ludmila von Vampüren, Devorgila de la Sang, George du Sangrouge…! Como sabéis los que habéis seguido en Twitter los comentarios diarios de Ludmila, ésta ha sido una semana llena de excitantes eventos para todo el singular grupo vampirín. Si bien es cierto que la semana comenzó un poco aburrida para Ludmila, que ya no tenía que ir al “cole” de Paso Borgo y permanecía sola en su castillo con sus muñecas, el Jueves fue un día altamente excitante.

A la mañana se produjo el acto solemne de entrega de notas de fin de curso. Este año lo han hecho así aunque, como os decíamos en el blog de la semana anterior, otros años se hacía el día siguiente de la noche de San Juan (San Juan para los humanos, claro). Es un acto oficial en el que los niños van acompañados de sus familiares más cercanos e importantes. La etiqueta del acto exige una vestimenta de semi-gala y es uno de los acontecimientos familiares donde algunas familias vampíricas aprovechan para tomar contacto entre ellos y pasar una velada juntos. Las familias de nuestros queridos vampirines no iban a ser menos, de tal modo que Ludmila, Devorgila, George e Iñakitín, aparecieron muy bien vestidos y peinados acompañados de sus papás y abuelos. ¡Ahhh! Bueno, rectifico, el caso de Iñaki Vladimir es un poco especial, porque como sus papás no son vampiros… pues… no suelen acudir a estos actos oficiales. Pero no os preocupéis, él se encuentra suficientemente arropado por las familias de sus amigos, en especial la de Ludmila von Vampüren, donde lo consideran casi como un hijo más. Con el debido respeto a sus papás, claro. La verdad es que no tengo mucho  más espacio para contaros los pormenores de la ceremonia. Eso sí, huelga decir que los cuatro amigos son unos estupendos estudiantes. Destaca Devorgila, desde luego, a quien ya desde esta temprana edad le asoma su madera de vampira intelectual, configurándose como una futura gran “astromona” o “astrogola”, como dice Ludmila. Iñaki Vladimir le sigue de cerca, obteniendo muy buenos resultados académicos, sobre todo en la materia de Historia (será porque su papá es historiador…). George es el mejor de clase en Literatura y Poesía, aunque en el resto de asignaturas no sea tan brillante. Y Ludmila… bueno, Ludmila podemos decir, como todos sabéis, que se sabe buscar muy bien la manera de obtener Sobresalientes. Y, como dice ella, es fruto de su esfuerzo, porque los dolivampis que tiene que gastar en regalos para sus profesores, le cuesta mucho esfuerzo conseguirlos (o eso dice ella, que ya nació millonaria)

Queridos amigos y amigas, me encantaría detallaros los pormenores de la intensa jornada del jueves, pero  tengo que resumir el fantástico día.  A la tarde-noche, con sus libros de notas bajo el brazo, se dirigieron al castillo del yayo Teobaldo, al que estaban invitados para celebrar la noche del Solsticio de Verano. Era una gran fiesta, con muchos vampiros adultos de importantes familias y también muchos niños vampirines, una gran fiesta en la que celebran una suntuosa ceremonia junto al fuego de una gran hoguera. Los bellísimos vestidos de las damas estaban confeccionados con organza, con crinolina, con sedas de Oriente… y resplandecían entre los fabulosos juegos de luces de las velas y las vajillas de porcelana china Ming. El fantástico menú nocturno se compuso de canapés y vinos de las mejores bodegas de Saint-Émilion. Nuestros pequeños vampirines también se vistieron para la ocasión y Ludmila pudo estrenar el vestido que, en gran parte, ha diseñado ella misma. Pero, en el fondo de su corazoncito vampiril, había algo a lo que no dejaban de dar vueltas en sus cabecitas los cuatro amigos… ¿Y la Tita Carmila? Nadie sabía nada de ella, ni la propia familia de Devorgila Y, sin la Tita Carmila, ¿dónde iban a pasar las vacaciones? Ella es quien les lleva por el mundo viviendo fantásticas aventuras y están muy acostumbrados a su presencia. Si ella no está ¿qué iba a ser de ellos este Verano?

Sin embargo, un poco antes de las 12 de la noche, una figura misteriosa hizo acto de presencia en los fastuosos jardines del yayo Teobaldo. Era una dama ataviada con un bellísimo vestido de organza rosa, adornado con puntillas y encajes de flores. Llevaba la cabeza cubierta con un sombrero del mismo tono del que caía, al estilo de 1890, un tul de seda que le ocultaba el rostro. Los cuatro niños la miraron y luego se miraron entre sí. Ludmila, muy observadora, dijo: “Tiene el mismo perfume que la tita Carmila… ¡como de rosas!”. Todos asintieron y decidieron seguirla. La dama, aparentando estar  ajena a toda la expectación que había despertado, caminó sigilosa y solitaria hasta el interior del castillo del yayo Teobaldo, adentrándose en la inmensa biblioteca. Los niños la espiaban desde la puerta. De pronto, cuando sonaron las doce campanadas en el reloj de la Biblioteca, la dama se giró con la parsimonia de quién se sabe observado, y dijo con emoción entrecortada: “Sé que estáis ahí, os he visto en cuanto he llegado” mientras descubría con delicadeza el velo de su rostro. ¡¡¡Buenooooo!!!… ¡La que se montó!… Los niños se abalanzaron sobre ella gritando: “¡¡¡Tita Carmila, tita Carmila!!!”. Se sucedieron los besos, los abrazos y unas largas conversaciones para ponerse al día de todo lo que les había sucedido en todo este tiempo en el que no la habían visto.

Hay mucho que contar, queridos amigos y amigas, pero el espacio de este blog llega a su fin por el momento. La próxima semana os contaré los regalos que trajo la tita Carmila, el encuentro con el Sr.Corzeniovski, los planes de Vacaciones… tantas cosas…

¡Hasta la próxima, amigos y amigas!